Mapa y guía de Douro para la región de Douro de Portugal

Gracias principalmente a siglos de una dura e incesante labor y a unos cuidados especialmente cariñosos, la región del Duero es hoy un territorio de inmensa belleza. El resultado es un paisaje maravillosa y deliciosamente cuidado a través del cual serpentea el límpido Río Duero. ¡Un auténtico placer para todos los sentidos!

No hay nada que pueda anticipar tanta majestuosidad. El tranquilo y sinuoso río está atrapado entre pendientes montañosas que se extienden hasta donde nos lleva la vista. Las colinas, suavemente inclinadas, muestran líneas y más líneas de terrazas cultivadas con miles de viñedos, a veces a cientos de metros de altura, que resiguen las curvas de las montañas formando diseños sobrecogedores.

Una vez se acerque a las terrazas y descubra que una sola terraza puede estar hecha de cientos de miles de virutas de esquistos de arcilla envueltos los unos en los otros, y que la terraza puede ser tan estrecha que a duras penas permite la cultivación de una sola línea de viñedos, el esfuerzo invertido en lo que parece ser tan pequeña recompensa se convierte en una auténtica lección de humildad. Especialmente cuando uno se da cuenta de que el mismísimo suelo en el cual crecen los viñedos ha sido producido a mano a través del aplastamiento de rocas.

En una época en la que la intervención humana suele estar siempre asociada con la destrucción de la naturaleza, es reconfortante visitar un lugar en el que dicha intervención ha sido creativa. Es más, no sólo se ha creado un nuevo paisaje, sino que éste ha sido imbuido con una magnífica habilidad para que, a su vez, sea en sí mismo un lugar de creación; pues su único propósito ha sido el de permitir otra mágica interacción entre el ser humano y la naturaleza: la elaboración del vino.

Este es un espectacular destino que resultará ser especialmente interesante para todos aquellos que estén interesados en el vino. Las recientes inversiones realizadas en infraestructuras han conseguido que la realización de viajes y visitas nunca hayan sido tan fáciles como lo son ahora. Zonas a las que, tan solo unas décadas atrás, se tardaba todo un día de viaje en llegar, están hoy a pocas horas de distancia por carretera. Y aún así, y debido a su accidentada geografía, esta zona continúa siendo una región virgen y aislada, la visita a la cual encierra un adicional y emocionante sentido de aventura.

Todo y así, nunca antes había sido posible visitar el Duero con tantos lujos y comodidades. Las enormes inversiones destinadas especialmente al sector hotelero de la más alta calidad, han hecho posible que uno no tenga que sacrificar la comodidad a cambio de poder disfrutar de las maravillas de esta región. Algunos hoteles y restaurantes son tan especiales que ya en sí mismos son merecedores de una visita. En ellos encontrará un estilo y unas instalaciones inigualables, ubicadas en un entorno incomparable donde gozará de una gastronomía que resulta ser la ideal para la degustación de los tesoros vinícolas de la región. Añada a todo esto maravillosas excursiones en barca y en trenes de vapor y visitas a edificios históricos, bodegas y pueblecitos encantadores, y ya tiene la receta perfecta para disfrutar de unas vacaciones realmente inolvidables.

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