Alfama |
Con sus estrechas callejuelas y sus impresionantes miradouros, o puntos panorámicos, Alfama se ha ganado un puesto en la historia. El nombre Alfama procede del árabe Al-Hama, que significa primavera o fuente, y el trazado de este barrio sigue manteniendo una influencia inconfundiblemente árabe, en contraposición con el trazado cuadriculado más europeo de Chiado y Baixa. Construido encima de una colina rocosa maciza, este barrio medieval fue uno de los barrios menos afectados por el terremoto de 1755 y uno realmente cree haber vuelto a la época medieval cuando camina por sus estrechas calles atiborradas de pequeñas tiendas de ultramarinos y diminutos y escondidos restaurantes. La mejor época para visitar Alfama es en junio, durante las bulliciosas fiestas de San Antonio. La mejor manera de visitarlo es coger las líneas de tranvía 12 ó 28, que salen de Praça do Comércio o Praça Luis de Camões, o bien subir andando Rua Madalena y Rua Santo António da Sé, y pasar la catedral de Sé y el Museu do Teatro Romano. Alfama presume también de poseer algunas de la iglesias y museos más visitados de la ciudad, como el Museu das Artes Decorativas, el Museu Nacional do Azulejo y el Convento da Madre de Deus. Otro lugar fascinante por el que hurgar es el mercadillo Feira da Ladra (martes y sábados), a sólo 5 minutos andando desde la estación de trenes de Santa Apolónia, entre la Igreja de São Vicente de Fora y el Panteão Nacional. Por cierto, pese a la idea generalizada de que el nombre de este mercado está en cierto modo relacionado con la palabra cuyo significado en portugués es “ladrón”, esta teoría es discutida por muchos expertos. |